¿Por qué vivir en un puro lamento?
¿A qué conduce el gemido y la protesta?
Nada resuelven, agrandan la tristeza
que es fruto del inconformismo
y de la impaciencia.
Miramos a las cosas ajenas
sin buscar en las nuestras
el pequeño, pero suficiente, bienestar.
Lo que eres, lo que tienes
y lo que te circunda
es más que suficiente,
si supieras extraer su dulce fruto.
Exprime el jugo.
Saborea la pulpa de la fruta
que tienes en la mano.
No envidies ni te quejes.
Nada conseguirás, salvo perder
el tren de la vida en que viajas.
