Llega cada mañana con la sonrisa abierta
y se viste el atuendo de la amabilidad.
No sabe, ni ha sabido, de brusquedad, rudeza o amarguras.
Es sencillo de trato, cortés en sus maneras,
atento en el servicio y dispuesto a la ayuda
de quien se la reclama o pide por favor.
Es de buenos modales у se adelanta siempre
a los requerimientos o a la solicitud.
Es un tipo optimista. Contagia confianza
у abre de par en par la mano у la sonrisa
a cuantos hasta él llegan cada hora.
¡Qué hermosa convivencia con quien así respira!