«Perdono, pero no olvido», decimos.
Y creemos estar en la verdad.
Nо hay perdón verdadero
mientras quede el más mínimo rastro
del hecho о las palabras
que te hirieron, acaso sin querer.
Perdonar significa
arrancar de raíz no ya el resentimiento,
también el recuerdo enardecido de los hechos.
Si perdonas, olvida.
Si recuerdas es que no has perdonado.