El Padre Gago nos dejó escrito acerca de la festividad de todos los santos:
“Constelación de estrellas
en cuyo rostro
brilla la luz de Dios.
Raza de nuestra raza
interceden, como hermanos mayores,
por nosotros.”
El Padre Gago vivió con la firme convicción de que al final está Dios y por eso ya en vida brillaba en su rostro la luz del Padre.
Son muchos los que dan testimonio de ello, y piden su intercesión por saberle ya «hermano mayor».
Hoy el Padre Gago habita ya esa “Constelación de estrellas”. Desde ella, Padre Gago, ¡intercede por nosotros!.