Mientras vives, haz el bien.
No hay manjar como la bondad
que más agrade a los que se sientan
a la mesa de la vida.
Repártela sin medida:
cuantos más trozos regales
multiplicas la ración
y siembras felicidad en quienes no la esperaban.
No hay aire de tal pureza
como el bien que se reparte.
