Millones de hombres y mujeres
han dado un paso al frente
por seguir a Jesús de Nazaret.
Le entregan su vida y su capacidad.
Les parece pequeña cualquier renunciación
a cambio de una promesa indefectible:
tendréis la vida eterna
si dais vuestra vida a los hermanos,
si les lleváis la fe,
si les mostráis amor.
«Toma tu cruz y sígueme»
La oferta es dura como la cruz desnuda.
Pero ellos ven, más allá, la resurrección gloriosa.