Nuevas Miniaturas 058

Si uno no quiere, dos no riñen, decimos.
Y es verdad.
Si alguien se irrita contigo
y no tiene razón
¿por qué hacer de una confusión
un pretexto para el enfrentamiento?
Y si tuviere razón
¿por qué no asumir humildemente
la censura o el reproche?

No respondas al grito con el grito,
ni con la acusación a la censura.
La comprensión que pides a quien te tacha,
exhíbela tú benignamente.
Habrás ganado esa pequeña escaramuza pasajera.

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