Nuevas Miniaturas 057

Por más que nos repugne,
y aunque aplacemos
la reflexión sobre el propio sufrimiento,
tengamos presente que algún día,
por pura ley biológica,
nuestra salud acusará el zarpazo
de una enfermedad
que, al final, nos abrirá las puertas
de la vida que empieza con la muerte.

Recordarlo no es crueldad; es un aviso
que con entereza debemos asumir
y preparar el ánimo
para acabar entendiendo que esta vida,
como tuvo un principio, tiene un fin.
Cuando, con la edad y el tiempo,
la enfermedad terminal entre en tu vida,
asúmela con sentido y esperanza.

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