Si la enemistad
puso alambre de espino
entre tu corazón y el de tu antiguo amigo,
corta con fuerza
ese alambre que os separa.
El amor conquista cualquier terreno
y el perdón hace transitable los caminos.
Llama de nuevo, con sincera sencillez,
a la puerta del que te juzgó enemigo.
Al ver la sinceridad de tu intención
se ablandarán como la cera sus sentimientos.