Concédete un respiro.
Destensa el arco de tus tensiones,
de tus ocupaciones y de tus inquietudes.
No es tiempo perdido el que dedicas
al entretenimiento y a la distracción.
Después de una pausa relajante,
se vuelve a los quehaceres
con más afán e intensidad.
La madre diversión es un respiro,
una evasión fecunda,
que recarga y regenera
el cuerpo y el ama.
Te encontrarás mejor
después de una pausa divertida.