No hay círculo, no hay médula, no hay núcleo
tan fecundo, gozoso y atrayente
que compararse pueda a la familia.
No hay ilusión o proyecto
que no tenga cabida en esa maravilla
que llamamos familia.
Nace con el amor, se sostiene por él,
con ella crece; se ensancha y profundiza
bajo ese aliento que todo lo estremece.
Ninguna realidad merece más cuidado
que ese pequeño grupo de sangre y
sentimientos.
Vivir en familia, estar con la familia,
bregar por ella, dedicárselo todo;
tiempo, trabajo, pensamiento, vida.
Familia. Tu familia: lo primero.
