No hacemos mal a nadie;
a nadie avasallamos,
no dañamos los derechos ajenos…
Bien mirado, con cierta tolerancia,
somos buenas personas.
Mas ¿y lo que omitimos?
En la línea del bien ¿somos ilimitados?
¿hay respuesta abundante y generosa?
¿damos sin que nos pidan?
¿prestamos sin retorno?
¿regalamos ayuda, tiempo, compañía?
No hacer mal está bien; pero es poco.
Es obligado hacer el bien más allá del deber.