¿Cuántas palabras de felicitación y
enhorabuena dedicas al día
a quienes contigo o para ti trabajan?
Motivos de aplauso, seguro que no faltan,
pues predomina el trabajo bien hecho
sobre el error casual
que —por ser excepcional—
tanto nos llama la atención.
No subrayes ni manches
la equivocación ajena.
Destaca y apunta los aciertos
y el bien hacer habitual
de los que trabajan a tu lado.