
El P. Gago estuvo durante la enfermedad acompañado de sus hermanos dominicos y familiares. “El enfermo sospecha lo peor y se entristece. Es entonces, especialmente entonces, cuando hay que acompañar, con fiel perseverancia, al que sufre. ¡Qué eficaz medicina es la presencia del amigo leal, del familiar, del compañero” (Miniatura 18).